¿Y ahora qué sigue?

«La vida está hecha de fantasías y decisiones. Que mis decisiones provengan de sueños exaltados«

Cada día tomamos decisiones diferentes, algunas son pequeñas, otras cotidianas como el ¿que voy a desayunar? Ó  ¿Qué ruta tomare para mi trabajo o escuela? O bien,¿A donde saldré hoy?….Y cada una nos va definiendo y  encaminando a diversos destinos.  Como también hay otras decisiones muy fuertes que hacen que tu vida cambie de entorno, de deseos y de sueños, que son las que nos toman más trabajo aceptar, ya que son aquellas que nos definen día con día, esas decisiones de cuando terminas tu preparatoria y/o carrera sigue lo que estudiaras o harás.

Ahora si , ya viene tu autoridad, tu elección, no como cuando  eras niña y tus papás escogían tu jardín de niños o primaria.No ahora es diferente, ahora es tu responsabilidad elegir qué quieres de tu vida, aceptando las consecuencias que traerán esas decisiones, la presión de los papás que enfrentaras y de de  la sociedad. Pero cuando en verdad es, lo que realmente deseas, no hay poder humano que lo detenga. Para ello hay que ser duros con lo que queremos, estar conscientes e informados. No queramos ser lo que la sociedad te pide, solo porque es el orden correcto de la vida “lo bien visto” . Tu ten tu propio orden correcto o incorrecto qué más da, tú has de tu vida el camino que te haga feliz.

Es como yo en estos momentos, estoy en la etapa que termine mi carrera profesional, y la típica pregunta que todos te hacen cuando te ven con tu toga y birrete ….¿Y ahora qué sigue? Esa pregunta que te revolotea en el estómago, te da mil vueltas en la cabeza, y sabes la respuesta o alomejor no la tienes bien clara, pero tienes una pequeña idea de a dónde quieres moverte.

Entonces llega la hora de la respuesta, no sabes si responder con lo convencional solo para que no te molesten o en realidad decir tus sueños “guajiros” que tienes y tanto deseas  lograr.

A mí en general, odio esa pregunta. No por el hecho de no saber lo que quiero hacer. Si no por la reacción que me dan las personas cuando les cuento mis proyectos. Nunca les doy la típica respuesta de ponerme a trabajar en lo que todos entran cuando son recién egresados, o estudiar la maestría que es la “aceptada” y “adecuada” para seguir con la vida según los estándares que la sociedad establece.

Mis sueños son muy diferentes, como los de muchas personas, Solo que a mí no me da miedo decirlos,  no me da terror enfrentarlos y no me da la nervios de luchar por ellos, ya que por más puertas  que se cierren siempre hay que buscar otro camino para llegar a la misma meta.

Por qué, que feo estar en una situación cuando  no eres feliz y tienes algo que supuestamente hace feliz al mundo, pareciera que deberías de sonreír a la fuerza. Solo porque es lo bien visto para ellos. Pero eso es la felicidad en otras personas. Y es lo que nos hace únicos e independientes a todos, ya que cada uno tiene un camino diferente que los lleva a su propia felicidad. Si todos hiciéramos lo que en verdad queremos hacer, creo que este mundo fuera totalmente diferente al que es ahora. La amargura fuera solo una enfermedad de siglos pasado…. Pero por el miedo a ser señalado. A ser criticado y juzgado. Prefieren quedarse en el camino convencional. En la zona de confort , esa que todos conocen la operación matemática para llegar ahí y que nadie les haga daño.

Yo por mi parte, prefiero luchar por lo que en verdad quiero, y teniendo el apoyo de mis padres, no tengo más que seguir dando lata como dice Woody Allen “El 99% del éxito se basa únicamente en insistir”. Pues yo insistiré.

Te invito a que tú lo hagas también. ¿No crees que tú también puedes tomar la iniciativa y pensar que esto no es lo que quieres?