Vivir en movimiento alias «El Nomadismo»

 

Sospecho que cuando era niña autista (es broma no lo era). Pero si era muy introvertida. Si alguien me hubiera dicho, que a partir de mis 22 años no dejaría de moverme de ciudad en ciudad, haciendo cosas diferentes, formando amigos que se vuelven familia y reafirmando lazos con personas que veía únicamente en fechas navideñas. Le hubiera soltado una carcajada. Pensaría que se estaba burlando de mí. Por mi manera tan peculiar de ser. ¿Cómo iba pensar yo, en hacer eso un modo vida?

He vivido en diferentes ciudades y países a lo largo de mis 24 años. Y vaya que mi vida es corta. Y aunque sé que hay gente viajando, y se ha movido más que yo. Me permito decir, que sé lo que es empezar de cero, de 5, hasta de 10. Desde no conocer a nadie a solo conocer a tu profesor,  y estar completamente vulnerable a lo que te rodea. Ser novato en el nuevo punto tachado del mapa.

Hace poco estaba replanteando o mejor dicho REAFIRMANDO mí rumbo de la vida. Las típicas preguntas que uno se realizan cuando está por terminar algo o iniciar algo.  ¿Ahora qué sigue? ¿A dónde iré? ¿Voy bien? ¿Estoy retrocediendo? Bueno, un sinfín de cuestiones gracias a mi paranoia del crecimiento.

A veces me consideró un circo ambulante, voy de un sitio  a otro, empacando mi existencia en unas maletas, instalando por una temporada mi nueva vida, porque se, que ese destino no es mi para siempre aún.  Es ahí cuando apenas me estaba acomodando, pero ya me tengo que ir.

Me gusta buscar esas excusas para moverme a otro lugar. Me gusta sentir esa adrenalina de la incertidumbre. Un salto de paracaídas, en el que estas solo tú aventándote al mundo.

La verdad, antes me sentía egoísta por alejarme de mis amigos, mi familia, y mi ciudad. Pero con el paso del tiempo, comprendí que es un modo vivir, es la manera que yo comencé aceptarme con todo y mis defectos. Mostrarme tal cual, desesperada, inquieta y demasiado soñadora.

Además, cuando ya inicias en este juego, ya no lo haces por elección, ya es una necesidad. Cuando me propongo a pensar en ya establecerme en un lugar de manera permanente, simplemente me saboteo. No puedo. No es mi tiempo aún. Mi corazón con muchas geografías está en busca de nuevas aventuras, vive fantaseando que destinos conocerá y a quienes agregará a su familia de pasajeros temporales.

Si, tal vez la soledad, el miedo, incertidumbre, nervios, desesperación, suenen fatal. Pero pasar todas esas emociones para tener el resultado de esa experiencia, lo vale todo.

Buda decía “El problema es que piensas que tienes tiempo” Aquí el único que posterga es el ser humano. Que tu elección tenga tu esencia. Mi elección es estar en movimiento, transitar por la vida, y entender que hay muchas verdades.

La Chiquitita.